Dave Verdist tiene antecendentes por agresión sexual en Bélgica, en Cataluña y en Madrid. Además ha confesado el crimen de Anne, la joven danesa que apareció muerta en un hostal en Madrid, y otro en Gerona que se investiga. Fue el agente que alquiló el piso a Anne Strande once días antes de su asesinato. Presuntamente tenía llaves y las utilizó para subir a la vivienda, agredirla sexualmente, y después de estrangularla con un cable. Provocó un incendio para borrar pruebas.