Tienen entre 7 y 12 años y, como cualquier niño, disfrutan de las colonias de verano, pero con una diferencia, estas son sólo para diabéticos. La rutina cambia un poco y es que antes de cada comida toca pincharse. Y según cómo tengan el azúcar comerán más o menos, por eso es imprescindible pesar cada ración. Llevar una dieta equilibrada es fundamental, aunque a veces el menú no guste tanto.