Sevilla, la cuarta mejor ciudad del mundo para utilizar la bicicleta, sólo por detrás de Amsterdam, Copenhague y Utrech. Este crecimiento se achaca a una "transformación rápida, intensa y positiva" que comenzó con la construcción de más de 150 kilómetros de carril bici en el último lustro y siguió con la instauración del sistema público de bicicletas Sevici. Este vertiginoso avance ha convertido a Sevilla en la "inspiración" de muchas ciudades.