Ni duele ni se asocia tradicionalmente con un riesgo para la vida pero la diabetes es indirectamente una importante causa de fallecimiento. Al padecerla, el cuerpo no regula adecuadamente los niveles de azúcar en sangre y eso termina afectando a varios órganos vitales entre ellos el corazón. El investigador Mark Kearney, que inauguró ayer en Bilbao el noveno ciclo de conferencias sobre salud que organizan el CIC bioGune y la Fundación BBVA, explica que este trastorno “hace que tus vasos sanguíneos tengan 15 años más que tú mismo: si tienes 50, la diabetes hace que tengas los vasos sanguíneos de una persona de 65”.