Ni en el Guadalquivir, ni en Camas, ni en el vertedero, ni en la Majaloba. Cinco años después ya sólo queda la impotencia de una familia y un único lugar donde buscar el cuerpo de Marta del Castillo, en la mente de Miguel Carcaño.La policía nacional pide al juez que autorice una prueba neurológica para aplicársela al asesino de Marta. Si la acepta, será el doctor Valdizán, pionero en nuestro país, quien se la realice.