Ayuntamiento de Alicante, 10 de la mañana. Medio centenar de funcionarios interviene a gritos aprovechando el descanso del Pleno. Son empleados públicos que reclaman su reclasificación salarial. Demanda que se une a las de otros muchos trabajadores municipales afectados por los recortes. La ciudad afronta una deuda de 233 millones de euros. Alicante hipotecada durante la próxima década, pero hoy se aprueba una partida de casi 80.000 euros para nuevos asesores y subidas salariales de cargos de confianza.