Cuenta atrás para esto que van a ver. Parece una estampida, pero no. Es la tradicional carrera que se celebra en el noreste de Japón. Tradicional, porque se celebra desde el siglo XIV, y peculiar porque la salida y la meta están situadas en este templo budista. Una cita deportiva que cada año reúne a mil participantes. Se conoce como la carrera de la suerte, porque quién la gana se supone que será afortunado todo el año. En esta edición ha sido un joven estudiante de 19 años, que desde luego no podía disimular la emoción al recibir el premio.