Empezamos a comer en Nochebuena y no paramos hasta después de Reyes. Compromisos familiares, época de frío, comidas más suculentas. Lo que está claro es que la Navidad amenaza a tu dieta. Así que apunte estos breves consejos: con las carnes magras, de acompañamiento verduras. Huir de salsas y postres, y beber como un cosaco, eso sí, agua e infusiones. Y sobre todo, caminar y hacer deporte.