El presunto asesino, con el brazo escayolado y vestido con el pijama del hospital, ha ayudado a la Guardia Civil a reconstruir el asesinato de su pareja. Según fuentes judiciales, no constaban antecedentes por violencia machista. Fue el lunes por la noche cuando el hombre, de 37 años, acabó con la vida de su pareja, de 24 años, tras una fuerte discusión.