Con las llamas a pie de aldea, la Xunta ha activado el nivel máximo de alerta -y ya van siete en esta semana- en los municipios de Boiro y Lousame. Un bombero aseguraba que eran varias las aldeas "cercadas por el fuego", que "se trabajó duro para salvarlas y que hubo incluso un rescate en un centro de minusválidos". Un vecino decía que "en dos o tres horas el fuego rodeó la aldea y la gente tuvo que ser evacuada". Tres focos se activaron casi simultaneamente, que han calcinado más de 400 hectáreas. Al caer la noche, el fuego se desplazaba con gran rapidez monte abajo y con la retirada de medios aéreos, "quedan las excavadoras y la geneta a pie para seguir tarbajando", aseguraba un efectivo. La carretera que une Boiro con Noia fue cortada al tráfico y una vecina tuvo fue traslada en ambulancia aquejada de un atque de ansiedad.