Los vecinos del concello pontevedrés de Oia pasaron en vela la noche del lunes por un fuego que ya está estabilizado, aunque aún no ha sido extinguido y ha arrasado unas 1.500 hectáreas. Atentos a apagar cualquier chispa que llevara el viento... La Guardia Civil terminaba por evacuar a los vecinos, no solo por la cercanía del fuego... el humo y la cenizas hacían el aire irrespirable. Sobre el terreno siguen las labores de control del fuego, tarea que el viento está dificultando.