Recorrer La Castellana en menos de 10 minutos, encontrar aparcamiento en plena calle Hortaleza, atravesar Colón sin un solo segundo de atasco. o cruzar Serrano sin miedo a un atropello. Es el consuelo de los que se quedan en Madrid en agosto. En Sevilla hay menos colas para comprar en rebajas y tiendas vacías. Y en Barcelona, donde hay playa, hay muchos más turistas, pero la ciudad está mucho más despejada.