Sorprende ver a gente paseando por el centro de la ciudad de Granada a lomos de un burro. Son novios y novias a punto de contraer matrimonio que celebran de esa manera tan especial su adiós a la soltería. Sin embargo, los hosteleros de la calle por la que pasan los animales denuncian que se crean colapsos y los animales hacen sus necesidades en la calle. Incluso aseguran que muchos de sus clientes se levantan de las mesas y se van. El negocio del burro por las calles es legal, siempre y cuando no incumpla las normativas de ruido e higiene y el animal esté en regla.