Una operación contrarreloj en China. Los vecinos de un bloque de viviendas han alertado de los llantos de un niño procedentes de las tuberías del baño. Inmediatamente, los bomberos dan con un tramo del circuito en el que se puede escuchar al pequeño, toman una sierra y seccionan uno de los conductos. El bebé sigue sin aparecer, pero se le oye. Por fin, encuentran la zona exacta y con alicantes logran sacar al recién nacido de la que con toda seguridad hubiera sido su tumba. El pequeño se recupera satisfactoriamente. La Policía investiga los hechos.