Después del presunto exorcismo del nuevo Papa a este joven, negado por el vaticano, el arzobispado de Madrid reconoce que ya ha fichado a ocho sacerdotes como exorcistas y los están entrenando. Quieren responder así a una mayor demanda de peticiones de supuestos endemoniados, pero donde unos ven al diablo, otros ven desórdenes psiquiátricos.