Después de varios días con la esperanza de que Ana apareciera con vida, los peores augurios se han confirmado. El cuerpo de la chica fue encontrado en el espigón de una playa de Barcelona. El cadáver presentaba un golpe en la cabeza. El lugar donde la encontraron está a varios kilómetros de donde la dejo su amigo, que la acompañó a su casa. Venían de un cumpleaños donde había discutido con su novio. Ana debía caminar sola los últimos metros antes de llegar a su domicilio. Pero ahí se le perdió la pista. La chica siempre había causado muy buena impresión entre unos vecinos que hoy no encuentran la manera de expresar la rabia y la impotencia. La policía investiga ya el caso y no descarta ninguna hipótesis.