Muchas personas están retomando oficios artesanales prácticamente abandonados. La mayoría son jóvenes emprendedores y en muchos casos con proyectos de éxito a sus espaldas, que se han visto golpeados por la crisis y han decidido dar la vuelta a su situación. Lo que a simple vista pueden parecer peluches normales. Son, ni más ni menos, que el producto de la creatividad de un niño. En tiempos de crisis, estos dos profesionales rescatan las telas, tijeras, aguja e hilo para hacer realidad la imaginación de los más pequeños.