El timo del gas vuelve con la crisis, pero mejorado, ante la desconfianza de los vecinos a este timo tan antiguo, los estafadores se han hecho con uniformes y placas de identificación similares a las de las empresas concesionarias del servicio. También portan informes de servicio que completan durante la visita. Pero mientras uno de ellos efectivamente inspecciona la instalación, el otro campa a sus anchas por la casa y sustrae los objetos valiosos que va encontrando a su paso.