De 2.500 alumnos hace 10 años a 250 este año. La Escuela Menéndez Pidal, en Barcelona, ha ido viendo cómo mermaba el número de alumnos cada año, tanto que ya no podrá abrir sus puertas el curso que viene. Como consecuencia de la crisis, los padres no pueden seguir pagándolo y el trasvase de alumnos a colegios públicos ha ido en aumento. Para el año que viene ya no cubren el mínimo de alumnos, por lo que la Generalitat les ha retirado las subvenciones y, sin ellas, el centro ya no puede seguir funcionando. En algunos cursos, sólo contaba con 9 alumnos. Hoy ha sido el último día de clase y su fin de curso más triste.