Le quedaba poco para cerrar su quiosco de cupones de la Once cuando un coche se lo llevó por delante. Ha conseguido salir con vida pero con tres costillas rotas. La culpa la ha tenido una alcantarilla sin tapa. El Audi metió su rueda en el agujero, que reventó. Entonces el conductor perdió el control del coche y se empotró contra una marquesina de autobús y una caseta de la ONCE. Por suerte sólo hubo un herido. Ocurría a las 8 de la tarde en una céntrica calle de Madrid.