En la Aldea de El Rocío, los almonteños saltaron ayer la reja que les separaba de la Virgen. Eran las 3.29 horas de esta madrugada. Tras una tensa espera y algunos forcejeos, entre el fervor y un cierto orden para evitar dañar el palio como la última vez, los devotos alcanzaban el manto de la Virgen e iniciaban la procesión de la Blanca Paloma por las calles de la Aldea. Es el momento cumbre de la tradicional romería, una de las manifestaciones marianas más celebradas de nuestro país en la que participan miles de romeros venidos de todo el mundo.