Son jóvenes en paro de Málaga que, por diversos problemas, se habían quedado fuera del sistema educativo. Ahora intentan reconducir su vida aprendiendo el oficio de mecanico en este taller de Cáritas. Es uno de los proyectos financiado gracias a la herencia de un empresario menorquin, que cedió toda su fortuna a los Príncipes de Asturias y a los ocho nietos de los reyes.