El fósil de un pingüino gigante que habitó en lo que hoy es Nueva Zelanda ha sido reconstruído. Un equipo de científicos ha tardado 35 años en hacerlo posible. Es el ave más grande que se conoce de esta especie que vivió hace 25 millones de años. Al pingüino lo han bautizado como Kairuku, que en maorí significa "buzo que regresa con comida". Su forma corporal es diferente a la de todos los pingüinos conocidos, tanto vivos como extintos. Se trata de un ave elegante de más de un metro con cuerpo delgado, aletas largas, patas cortas y gruesas.