La canciller alemana, Angela Merkel, parece resistirlo todo, incluso que se le caigan cinco cervezas heladas sobre la espalda. Esto es lo que le ocurrió durante un acto en el que participaba en la ciudad de Demmin. Allí, la torpeza de un camarero hizo que se le cayeran sobre la canciller todas las copas que llevaba en una bandeja. Pese a la embarazosa situación, Merkel pareció ni inmutarse y se limitó a sonreir ante la atenta mirada de las personas que observaron la insólita escena.