Se les considera un tesoro nacional y en este centro de Chengdun, donde se dedican a la cría y cuidado de esta especie, tienen ni más ni menos que doce cachorros de panda gigante. Y los muestran con orgullo a los miles de turistas que, aprovechando esta semana de fiesta nacional en China, se han trasladado hasta allí, para verlos de cerca. Es la primera vez vez que salen a la calle. El mayor de ellos nació en julio y ahora pesa casi cuatro kilos, 23 veces lo que pesó al nacer.