Un militar jordano fue sorprendido en la Alhambra dejando su nombre como recuerdo grabado en el palacio de Carlos V. Él, dice, no sabía que era delito pero podría ir a la cárcel por ello. El delito contra el patrimonio es demasiado frecuente y los vándalos ni siquiera saben que les pueden costar de uno a tres años de cárcel y una multa.