La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía ha obligado al personal médico del Hospital Blanca Paloma de Huelva a quitar la sonda nasogástrica que le pusieron a una mujer de 90 años el pasado 4 de agosto en aplicación de la Ley autonómica de Muerte de Digna, después de sufrir el 26 de julio un infarto cerebral irreversible. Dicha actuación responde a la petición del hijo de la mujer, José Ramón Páez, que ha querido de este modo hacer cumplir la voluntad de su madre, quien le hizo prometer antes de sufrir el infarto que no dejaría que le pusieran sondas. La mujer estaba ingresada en principio en el Hospital Juan Ramón Jiménez, donde el médico que la atendía se negó a quitarle la sonda, posteriormente la trasladaron al hospital Blanca Paloma.