Final feliz para un pequeño oso abandonado por su madre en China. El animal se había quedado atrapado en una trampa. Con precisión militar, consiguieron retirarle de la trampa y el animal salió indemne. Libre, pero sin nadie que se ocupara de él, la cría de pocos meses se trasladó a un sitio seguro donde se alimentó de puré de maíz y leche.