La noche de San Juan en la localidad barcelonesa de Castelldefels ha transcurrido con tranquilidad, un año después de la tragedia en la estación de Cercanías, cuando un tren terminó con la vida de doce personas que atravesaban las vías a pie. Esta estación, anoche, volvía a estar llena de gente. Esta vez, se ha adelantado el dispositivo de vigilancia ante posibles aglomeraciones, ya que el atropello del año pasado se produjo sólo ocho minutos antes de que se pusieran en marcha.