A pesar de la crisis que sufrimos, los españoles somos mayoritariamente felices. Lo dice un informe de la OCDE, que, aunque coloca a España entre los peores países por empleo, ingresos y educación, concluye que la mitad de los españoles se declara feliz con su vida actual. Y aún más, somos claramente optimistas: el 65 por ciento asegura que su vida será mejor dentro de cinco años.