Con la cabeza atrapada en una tubería llegó un gato al veterinario. Alli, tras administrarle un sedante, intentaron sacarle de su encierro, pero sin exito. Finalmente hubo que pedir de nuevo ayuda al operario que había cortado la tubería, y el gatito pudo ser finalmente liberado con una pequeña herida en la oreja. Ahora el veterinario le está buscando un hogar.