Cerca de un centenar de falangistas se concentran en las inmediaciones del cementerio de San Isidro esperando a la llegada de los restos del fundador de La Falange Española, José Antonio Primo de Rivera, en el que será su quinto entierro después de ser exhumado de la basílica del Valle de los Caídos. Lo hacen con críticas a la familia del político fusilado por las autoridades republicanas durante la guerra civil por no haber "luchado lo suficiente" por evitar esta situación.