Pedro Sánchez revoluciona el PSOE con la vista en las municipales y autonómicas del próximo año. Cambios internos y de portavoces. La ministra María Jesús Montero, andaluza, sustituye con responsabilidad y orgullo, dice, a la dimitida Adriana Lastra como número dos del partido. Otra ministra, Pilar Alegría, aragonesa, asume con honor el reto de ser la portavoz de la ejecutiva. Y como portavoz en el Congreso un histórico como Patxi López, que lo afronta como un reto apasionante. El abrazo que protagonizó con Sánchez en el debate del estado de la nación fue premonitorio. Entonces ya fue él el encargado de hablar con la prensa. Los cambios son una enmienda total a los que hizo hace menos de un año cuando nombró a Felipe Sicilia y a Héctor Gómez portavoces de la Ejecutiva y del Congreso, y ocurren tras la derrota en Andalucía y la encuesta del CIS que pone por delante a Alberto Núñez Feijóo. Del equipo de aquel Sánchez ganador de las primarias sólo queda Santos Cerdá como secretario de Organización. Ahora incorpora a López, que fue rival, y a Alegría que fue portavoz de su otra rival, Susana Díaz. Miquel Iceta, otro ministro, también se incorpora al nuevo núcleo duro de Sánchez, igual que su jefe de Gabinete, Óscar López.