Nadie huía de aquel volcán que ocupó el escenario al sur de La Palma hace cincuenta años. En Fuencaliente llevaban semanas esperando su aparición. Con temblores mucho más fuertes que los que sienten ahora y un día como hoy surgía una erupción que durante veinticuatro días atrajo miradas de fascinación. Sin casas ni cultivos a su alrededor no había por qué temerle al Teneguía. Expulsó 43 millones de metros cúbicos de lava, la mitad de lo que ha arrojado el volcán de Cumbre Vieja que ya ha cubierto el triple de hectáreas que el Teneguía. Aquel volcán dejó una fajana en la costa, siete cráteres en la montaña y dos personas que fallecieron por la inhalación de humo pero, aun así, dejó un buen recuerdo frente el que ahora está generando la erupción en Cumbre Vieja.