Hasta ahora no se había visto el cráter del volcán de la isla española de La Palma, con tanta nitidez. A vista de dron, en la cima se observan dos bocas eruptivas más grandes y al fondo, varias más pequeñas. Estas fisuras se abren y se cierran a partir de nuevas explosiones magmáticas. El río de lava que emana de la boca surgida tras el desmoronamiento parcial del cono, avanza con más lentitud sobre la colada inicial, tras llegar a alcanzar los 300 metros por hora.