Así se vacían las casas en el barrio de Todoque. A contrarreloj y con prioridad para las viviendas en primera línea de la trayectoria de la colada. Algunas a decenas de metros, y así entendemos mejor esta prisa, y este agobio. Desde una zona alta se vigila Toloque y los riesgos. Goteos de vecinos que van a recuperar cosas acompañados de bomberos. Sabiendo que lo que dejen se va a quedar debajo de este paisaje ya negro en pocas horas.  En la frontera entre lo que todavía queda y lo que va engullendo la lava, vemos carreteras sepultadas, y una negra capa de ceniza que lo cubre todo.