El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este domingo que "VOX cruzó una línea" al no condenar las amenazas a Iglesias, Grande-Marlaska y la directora de la Guardia Civil, que recibieron cartas con balas en su interior, y que esa será la última línea que cruce el partido de ultraderecha. Durante un acto de campaña en apoyo al candidato Ángel Gabilondo celebrado en Getafe, Sánchez ha señalado que "la democracia española tiene un problema" debido a la actitud de VOX. "Esparcen el veneno del odio contra aquellos que no piensan como ellos y como ellas, llaman dictadura progre a la conquista de derechos y libertades que nos ha costado tanto durante estos últimos 40 años de democracia y de Constitución", ha insistido el líder socialista, que ha dejado claro que "nos hemos levantado en pie para decir basta".