La Guardia Civil controla las entradas y salidas a Íscar y Pedrajas de San Esteban, al sureste de la provincia de Valladolid. En estos pueblos, separados por apenas cinco kilómetros, se acabó la nueva normalidad. El juzgado autoriza que durante 14 días sus cerca de 11.000 habitantes tengan restringida la movilidad. Retroceden a fase uno. La culpa la tiene un brote originado en una comida de empresa, que suma ya 49 contagios por coronavirus. Y se investiga a 44 contactos más.