Tanto las maletas de los turistas como las luces de navidad hablan de lo excepcional de esta investidura. Sábado, en plenas fiestas y a dos días de reyes. Un pleno donde se ha visto por primera vez a Unidas Podemos aplaudir de pie al candidato Sánchez antes de arrancar su discurso, del que no ha dejado de tomar notas Pablo Iglesias. También se ha podido ver atentos, e incluso asintiendo, a varios de los diputados morados que suenan como posibles ministros. La tensión ha crecido con ETA de por medio, con la diputada del PP, Teresa Jimenez-Becerril, hermana del político asesinado por la banda terrorista, recriminándole a Pedro Sánchez que ahí tiene sentados a sus herederos, en referencia a Bildu. Un discurso de investidura que nos deja también la imagen del secretario general de Vox, en plena lectura mientras tanto. Una investidura donde cada voto es decisivo y en la que, en el matinal de su primera jornada, ha contado con la ausencia de Íñigo Errejón por enfermedad.