En el video se ve como un grupo de radicales soberanistas pidió explicaciones al director de un centro médico tras la denuncia de una paciente, que se sintió humillada cuando una doctora se dirigió en castellano a su hija discapacitada. La paradoja de esta situación es que se puede denunciar con imagen porque parte del hostigamiento fue la propia grabación. En el vídeo se ve que el responsable del centro de salud poco puede hacer para hacer frente al acoso. Al menos nueve personas le rodean actuando como una suerte de autoridad independentista, exigiéndole explicaciones y abroncándole, argumentando que "Esto es una puñetera colonia. Aquí vienen médicos con el ánimo del colonizador a menospreciar".