Los jabalíes de Salinas (Castrillón) han estado campando a sus anchas por aceras y parques. Socializando con todo el que se encontraba a su paso. Pero aunque algunos les han dado la bienvenida, estos nuevos vecinos, tan salvajes, no son bien recibidos por los que los consideran un peligro en la ciudad. Las soluciones han ido desde matarlos con arcos y flechas, ya descartada, a devolverlos al monte. Sin embargo los expertos aseguran que han estado tanto tiempo en contacto con los humanos que les será casi imposible reintegrarse en su hábitat natural.