El rescate de Julen, el niño de 2 años que se cayó a un pozo en Málaga, se complica aún más. "Cuando se llevaban 42 metros de tubería, se apreciaron unas habituales discontinuidades. Esto provocó que se volviera a reperfilar y perforar de nuevo. Como el tiempo es clave, se decidió que tras la perforación se hiciera el encamisado. Ahora se está eliminando estas discontinuidades y se colocará el encamisado y luego quedarán cerca de 18 metros más", explicaba Ángel García, delegado del Colegio de Ingenieros de Caminos de Málaga y responsable del rescate.