Primera polémica homófoba para el recién estrenado portavoz de la Conferencia Episcopal, Lluis Argüello, quien ha defendido que los candidatos a sacerdotes deben ser "enteramente varones, es decir, heterosexuales". Se ha disculpado posteriormente, defendiendo el derecho de la Iglesia a seleccionar a sus candidatos al sacerdocio. Pero Argüello no ha parado ahí y ha pisado otro charco al afirma que los transexuales "lo son por capricho".