El detenido es un hombre español, de 63 años, vecino de Terrassa (Barcelona) vigilante de seguridad con licencia de armas y experto tirador. Quería matar al presidente del Gobierno como venganza por la exhumación de los restos de Franco. En sus redes sociales llegó a manifestar que estaba dispuesto a sacrificarse por España. A los Mossos d'Esquadra no les consta que estuviese vinculado a ningún grupo extremista.