Carmen Calvo ha dicho que en el caso de la ministra de justicia, Dolores Delgado, se trata de “grabaciones ilegales, de una ciudadana particular, de una comida privada de hace nueve años”. Nada que ver con las conversaciones que han salido a la luz de María Dolores de Cospedal, que “era la responsable de un partido político, en la sede de su partido, intentando pagar para obstruir la justicia”. Calvo ha concluido que esos audios no son comparables.