Nerea y Martina fueron asesinadas a pesar de que su madre había pedido protección. Pero el sistema de evaluación del riesgo de las víctimas de violencia de género la clasificó como "riesgo bajo". Un fallo que se comete más a menudo de lo deseable. Por eso, el Gobierno ha cambiado el protocolo de detección del peligro. Un comité lleva dos años trabajando en ello. Empezará a funcionar en un mes.