Cae la noche y la vigilia da comienzo. En silencio, sabiendo que el organizador, Willy Toledo no llegaría en toda la noche, por estar en un calabozo, tras ser detenido. En pequeños grupos, compartiendo con conocidos y desconocidos, una misma idea. En torno a la medianoche llega el abogado del actor, no ha podido hablar con su cliente al no haberlo autorizado el juez de guardia. Un llamamiento firme a jueces y fiscales escenificado frente a este micrófono por el que han desfilado a lo largo de la noche actores, actrices, gente del mundo de la cultura y ciudadanos anónimos a la espera de saber si Willy Toledo mantiene su postura de no declarar por tercera vez ante la denuncia de la asociación de abogados cristianos y la Fiscalía por una supuesta vejación de los sentimientos religiosos.