Finalmente sí se venderán las 400 bombas a Arabia Saudí. El ministro de Exteriores, José Borrell ha asegurado que no existe razón para no hacerlo y que se trata de un armamento de precisión, que no produce efectos colaterales. Pero las ONG ya han advertido de los efectos que puede tener el uso de esas bombas. El director en España de Amnistía Internacional, Esteban Beltrán, ha señalado que “supuestamente son bombas quirúrgicas, pero que matan a población civil”. Defensa llegó a confirmar hace semanas la paralización de esta venta, pero la decisión quedó en el aire tras evaluar otros efectos colaterales: los que podría tener en 6.000 trabajadores de Navantia la ruptura del acuerdo para construir cinco corbetas para Arabia Saudí. Desde entonces la ministra de Defensa, Margarita Robles no ha querido hablar más que de la posibilidad de estudiar el contrato, pero finalmente las bombas de precisión láser irán al país árabe. Se ha tratado de una muy difícil venta de armamento perteneciente al Ejército de aire y que ha acabado siendo decidida por Moncloa tras pasar por Defensa y Exteriores.