Hacer frente común ante la europa xenofóba y populista. Complicada tarea para incomparable entorno. Doñana es residencia veraniega de los presidentes de la actual democracia. Once mil hectáreas para descansar y trabajar. Sobre todo el expresidente Felipe González, que allí recibió, prácticamente cumbres bilaterales, a los principales líderes internacionales de la época, incluido, hace casi 30 años, al canciller alemán Helmut Khol. Ahora es su heredera Angela Merkel, que regresa a España para fortalecer el nuevo eje Berlín-París-Madrid. Reeditar la buena sintonía que la mandataria mantenía con Mariano Rajoy y más ahora, ante los grandes retos que la Unión Europea tiene ya sobre la mesa.