Era su primera comparecencia en el Congreso, ya como presidente y a petición propia para dar cuenta de sus intenciones en el Gobierno. Hora y media de discurso sin grandes novedades. En el centro, el cambio de rumbo con Cataluña. Un diálogo que la oposición interpreta como un precio a pagar tras la moción de censura que lo llevó a La Moncloa. Los independentistas no dan marcha atrás. Sus exigencias siguen vigentes y sus votos son necesarios para que salgan adelante otras medidas. Retoques en la legislación laboral y de vivienda o la reforma del plazo máximo de instrucción en casos de corrupción que impuso el PP. Unidos Podemos exige al presidente que no impida una comisión de investigación sobre el caso Corinna y el Rey emérito. Sánchez, les pide tiempo.